Os beatos da nosa Uap
En el día de hoy se celebra en la Iglesia la memoria de los mártires de la persecución religiosa española del siglo XX. Entre todos ellos se encuentran varios que pertenecen a las parroquias de la Unidad de atención parroquial de Allariz. Dejamos a continuación una breve reseña de sus vidas y martirio.
Sergio Cid Pazo
Nacido en Allariz, Orense, el 24 de abril de 1886. Decidido por la vocación religiosa, ingresó en el aspirantado de Barcelona-Sarria. Hecho el noviciado, profesó los votos religiosos el año 1906 y tras acabar sus estudios eclesiásticos se ordenó sacerdote el año 1912. Su destino como salesiano fue todo el tiempo en Sarria como catequista o animador religioso de los estudiantes. Era un sacerdote celoso y muy estimado, cuyas virtudes todos apreciaban. Al día siguiente a los sucesos del 18 de julio, que era domingo, en el sermón de la misa habló con entusiasmo del martirio por la causa de Jesucristo.
Cuando hubo de salir de la casa religiosa, parece que no halló ningún refugio sino que anduvo como un pordiosero por la ciudad hasta que fue arrestado yendo en un tranvía. Preguntado si era sacerdote salesiano, dijo que sí, y entonces fue obligado a subir a un coche y lo llevaron por la carretera de Sarria hasta las proximidades de la estación del funicular de Vallvidriera, donde lo fusilaron. Su cadáver fue llevado al Hospital Clínico de Barcelona. Era el 30 de julio de 1936.
*PÍO CONDE CONDE*
Nació en A Portela-Allariz. A los 15 años ingresó en las escuelas salesianas de Sarriá-Barcelona. Allí mismo hizo el noviciado y profesó como salesiano en 1906. Recibió el presbiterado en Orihuela en 1914.
Estrenó su sacerdocio en Valencia. De allí pasó a Béjar y, en 1923, al colegio María Auxiliadora de Santander. En 1927 fue destinado a Vigo-San Matías, y por último, en 1933, llegó a la casa madrileña de Estrecho, como encargado de la iglesia.
El 19 de julio de 1936 sufrió con su comunidad el asalto al colegio y los vejámenes de la multitud que, a él personalmente, le alcanzaron hasta causarle algunas heridas con derramamiento de sangre incluido. Al concedérsele la libertad en la Dirección General de Seguridad, unos amigos le acogieron en su casa en donde permaneció unos meses escondido. Por el mes de octubre de 1936, se le procuró refugio diplomático en la embajada de Finlandia. Pero ésta fue asaltada el día 3 diciembre y las personas allí acogidas trasladadas en bloque a la cárcel de San Antón. La presión internacional provocó que las autoridades republicanas liberaran a estos detenidos. Don Pío, al salir, se instaló en una pensión pero, aún con la identidad de un sobrino suyo, fue detenido de nuevo y llevado a la comisaría de Estrecho, de donde había partido la denuncia contra él por ser sacerdote salesiano.
Al ser mayor de cuarenta y cinco años, se le aplicó la ley de Evacuación, y se le condujo al Refugio de Evacuados de la calle García de Paredes. Estaba bien entrado ya el mes de marzo de 1937. Entre el 16 y el 20 de este mes, parece ser que don Pío fue "evacuado a Valencia". Se ignora el lugar y el momento en que le asesinaron. "Entre los casos semejantes que se cuentan, a unos los hacían bajar del coche en Alcázar de San Juan, y allí los asesinaban; a otros los llevaban a Valencia, y allí se deshacían de ellos."
Manuel Borrajo Míguez
Nació en 1915, en Rodicio (Seoane-Allariz)Orense. Inició el aspirantado en Allariz y lo continuó en el colegio S.Miguel-Madrid. Hizo el noviciado en Mohernando (Guadalajara), donde profesó como salesiano en Salamanca.En el verano de 1934 fue destinado al colegio María Auxiliadora de Salamanca para las prácticas pedagógicas.Exigencias legales le privaron del uso de la sotana, pero no de su espíritu religioso y salesiano. Cuando aún le faltaba un año para terminar el trienio práctico y empezar la teología, en julio de 1936, los Superiores le enviaron durante las vacaciones de verano a la casa de Carabanchel Alto, sufriendo allí la persecución y el martirio con otros salesianos de aquella comunidad de las cercanías de Madrid y con don Pedro Artolozaga, que, lo mismo que don Manuel Borrajo.
Lo detuvieron en la pensión Nofuentes el día 1 de octubre de 1936 y, con don Pedro Artolozaga, conducido primero al Ateneo libertario de la calle San Roque, 9, y luego a la checa de Fomento. Tampoco se supo más de él tras el interrogatorio al que le sometieron en dicha checa. Su cadáver apareció el 3 de octubre en el kilómetro 10 de la carretera de Castellón.
Antonio Cid Rodríguez
Nació en San Xoán de Seoane-Allariz, Orense. Después de tres años de aspirantado en Écija, pasó a Sevilla para hacer el noviciado. Profesó como salesiano en San José del Valle
en 1909.
Allí siguió hasta 1911 y luego estuvo destinado sucesivamente en Málaga, Carmona, Sevilla- San Benito de Calatrava y Baracaldo. De 1919 a 1929 estuvo en Salamanca, tres años en la casa de San Benito y cuatro en el colegio
María Auxiliadora.
Siquen sendos años en el oratorio Don Bosco de Santander y en Madrid-Atocha. De 1928 a 1931 es destinado a Madria-
Estrecho. Y de 1931 en adelante, a Santander: tres años en el oratorio Don Bosco y los dos últimos de su vida en el colegio
María Auxiliadora.
Cuando se produio la dispersión de los salesianos de la comunidad del colegio salesiano santanderino, don Antonio prefirió marchar a Bilbao, con unos familiares que vivían en Basurto. Pero allí fue pronto identificado como religioso. Igual que en otras ciudades españolas de la zona republicana, en Bilbao, los bombardeos franquistas y reveses del Frente Popular, proporcionaban pretexto para suscitar represalias, sacas siniestras, registros escrupulosos y detenciones insospechadas.
Es lo que le sucedió el 25 de septiembre de 1936 a don
Antonio. A media noche, cuatro milicianos llegaron a la casa donde se hallaba refugiado y, habiéndole encontrado en el registro un crucifijo y otros objetos religiosos, se lo llevaron detenido para fusilarlo.
No se volvió a saber más de él. Por más averiguaciones que se han realizado se ignora su paradero.
Manuel Fernández Ferro
Manuel Fernández Ferro, sacerdote salesiano de la comunidad de las Escuelas de San Bartolomé de Málaga, era natural de Paradiñas de Torneiros (Ourense) y tenía 38 años cuando lo mataron en el cementerio de Málaga el 25 de agosto de 1936. Ingresó con 16 años en el seminario salesiano de Ecija, profesó en 1920 y fue ordenado sacerdote en 1928 en El Campello (Alicante). Tras un año en Córdoba fue destinado a Málaga donde ejerció su ministerio con los jóvenes. En vísperas de su muerte escribió a su familia: "No tengáis pena por mí; muero contento por la Religión y por España. Si pueden, manden decir por mí las treinta Misas de San Gregorio. Adiós. En el cielo os espera, Manuel. Un fuerte abrazo a todos y agradecido por todo lo que habéis hecho por mí".
GIL RODICIO RODICIO
Gil Rodicio Rodicio, coadjutor laico. Había nacido en Requejo, Orense, en 1888. Había sido alumno de la casa de Barcelona-Sarria, y profesó en la congregación salesiana en 1908. Desde 1921 estaba destinado en la casa de Sarria como panadero. Hacía su trabajo con gran espíritu religioso.
Cuando fue echado de la casa el 21 de julio de 1936, lo hospedó don Alberto Llor, en cuya casa se dedicó a la oración y a sobrellevar su situación con paciencia. Denunciado, fue arrestado y llevado al comité que funcionaba en el Museo Naval. Pidió que a la familia que lo albergaba no la hicieran daño, y seguidamente fue asesinado a la edad de 48 años.